El ciberbullying es el uso de los medios
telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente)
para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí
el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que
personas adultas intervienen.
Por
lo tanto tiene que haber menores en ambos extremos del
ataque para que se considere ciberbullying: si hay algún adulto, entonces
estamos ante algún otro tipo de ciberacoso.
¿Cómo se manifiesta el ciberbullying?
Las
formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la
pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco
esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes:
·
Colgar en Internet una imagen
comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas
que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno
de relaciones.
·
Dar de alta, con foto incluida, a la
víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos
inteligente… y cargarle de puntos o votos para
que aparezca en los primeros lugares.
·
Crear un perfil o espacio falso en
nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se escriban a modo de
confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales,
demandas explícitas de contactos sexuales…
·
Dejar comentarios ofensivos en foros
o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera
que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la
usurpación de personalidad.
·
Dando de alta la dirección de correo
electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de
contactos con desconocidos…
·
Usurpar su clave de correo
electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no
lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su
intimidad.
·
Provocar a la víctima en servicios
web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí
pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales…) para conseguir una reacción
violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de
quien realmente venía siendo la víctima.
·
Hacer circular rumores en los cuales
a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal,
de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus
propias formas de represalia o acoso.
·
Enviar menajes amenazantes por
e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en
los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo
agobio.
Casos
de ciberbullying en Argentina
- Una tarde de
invierno, Ramiro se sentó en su computadora para chatear con
sus amigos como lo hacía todos los días. Para un chico de 15 años,
conectarse a Internet e intercambiar mensajes, fotos y música es lo más
parecido a respirar. Hacía un mes que "lo más" era un nuevo
sitio llamado tcuento.com, en el que los usuarios, sin
necesidad de inscribirse y de forma anónima, podían intercambiar los
chismes de cualquier colegio. A Ramiro le divertía leer cómo algún
desconocido era "escrachado" por comentarios que revelaban
detalles de la intimidad del desdichado. Pero aquella tarde vio su foto
publicada. Su cara, en primer plano, ocupaba una cuarta parte de la
pantalla. Debajo, un mensaje anónimo atacaba: ESTE ES EL PELOTUDO
DE RAMIRO, PARA EL QUE NO LO CONOZCA . A las pocas horas, otra
foto trucada lo mostraba con una nariz de payaso, una peluca fluorescente
y el dibujo de un pene en la boca. Inauguraba la catarata de insultos la
pregunta: ¿SABES DELETREAR FRACASADO?
"Soy al que más insultan en esa página.
Primero me molestaban por el Messenger . Después pegaron mi
foto en el sitio", contó a LA NACION Ramiro, que aceptó contar su
historia, al igual que los otros chicos que se animaron a dar testimonio con la
condición de que no hubiera fotos y se cambiaran los nombres verdaderos.
- En la puerta de
un colegio privado de Núñez, una alumna de 15 años, llamada Ludmila
amenazó con cortarse las venas frente a sus compañeros, cansada de que dos
chicos de la clase la insultaran todos los días por medio de un canal
de chat .
- Luciana,
de 16, no soportó los continuos hostigamientos y se fue de la escuela en
la que estudiaba, en Lugano. Unas compañeras de curso le habían robado el
celular para enviarle mensajes agresivos a todos los contactos de su
agenda. Sos un cornudo, tu novia se voltea a todos los de la
clase, escribieron.El mensaje lo recibió un familiar de Luciana,
que tras una crisis nerviosa hizo una denuncia policial.
Reflexión
Ramiro, Luciana y
Ludmila son apenas unos de los tantos menores de edad que son, cotidianamente,
víctimas de agresiones realizadas por medio de Internet y de las nuevas
tecnologías. Fotos trucadas, difusión anónima de rumores, intimidades e
insultos, bromas crueles y golpizas filmadas que luego son subidas a la Web o
mensajes de texto a través de celulares y correos electrónicos intimidatorios
son algunas de las variantes de esa forma de violencia y a veces
extrema crueldad cada vez más extendida entre los chicos.
¿Pero cómo prevenirlo?
Si eres una de sus
víctimas o te has sentido tentado a cometer algunas de las actitudes de
ciberbullying cambia tu conducta ya que el ataque virtual es muy peligroso.
- Cuida la información que envías y compartes por Internet a través de
los foros, blogs, correos electrónicos; redes sociales,
mensajes de texto o en las charlas por msm. Estas conversaciones
podrían ser usadas para perjudicarte.
- Evita hacer comentarios desagradables en la red. Si eres ofensivo o burlón, será más fácil que algún
cibernauta te observe y te quiera pagar de la misma forma.
- Nunca respondas una provocación
con la misma actitud, lo mejor
es bloquear a ese contacto y desestimar sus tontos comentarios.
- Informa al proveedor del servicio online que uno de sus usuarios muestra una conducta
agresiva. Si la conducta del agresor contradice las normas de uso de este
medio, el contenido ofensivo se retirará.
- Ayuda a la víctima si has
detectado al agresor. Quizás
no desees mostrar tu posición en los medios online donde el niño es
atacado, pero puedes comunicárselo a sus padres, maestros y otros adultos.
Lo importante es no permanecer indiferente.
En conclusión, hay que
comenzar a tener mayores recaudos en la web y debería a
haber mayores controles en las redes sociales tanto por parte de los padres y
del proveedor online. Si todos nos unimos y hacemos frente a este tipo de acoso
comenzará a disminuir y en poco tiempo desaparecerá.